El podio es el elemento más cercano al paseo marítimo, por lo que centrarse en él proporcionó el mayor impacto, además de fomentar un sentido de espacio público y comunidad. La iluminación tuvo el papel de atraer transeúntes a los restaurantes, tiendas y galerías ubicadas en el edificio.

La narrativa desarrollada por nuestro equipo se inspiró en los colores y el movimiento del mar. Los parasoles verticales se iluminaron desde su parte posterior con perfiles Led diseñados a medida, que esparcen un gradiente de luz en su interior y recrean las olas del mar. Se testearon varios paneles de policarbonato con diversos acabados y estructuras internas, para identificar el mejor en cuanto a difusión de luz y brillo.

Por defecto, la iluminación de la fachada se definió con tonos blancos cálidos estáticos, mientras que el efecto dinámico de «onda de luz» se reservó para ocasiones especiales.