El enfoque para el diseño de iluminación de esta capilla se centró principalmente en la iluminación de las superficies verticales para crear una sensación más amplia del espacio, a la vez que se acentuó el arte sacro, definiendo objetivos visuales y marcando una fuerte direccionalidad.

Luminarias ocultas en las cornisas de madera iluminan de manera rasante las paredes superiores y el techo, mejorando la perspectiva desde la entrada y proporcionando una iluminación uniforme de base en la nave. Dos capas de luminarias empotrables ubicadas debajo de la cornisa iluminan los pasillos laterales y proporcionan acento en la iconografía situada en las paredes.

Los arcos se iluminaron desde el nivel de la cornisa para enmarcar el altar. Por último, el fresco del altar se ilumino desde ambos lados, proporcionando un fuerte punto focal, añadiendo drama y contraste a la escena.