El plan conceptual de iluminación interior se organizo en ambiente, tarea visual y acento.

La iluminación de ambiente fue la iluminación base para toda la terminal, capaz de soportar las actividades menos exigentes en términos de niveles lumínicos y ratios de uniformidad (circulación y orientación). La estrategia propuesta fue crear iluminación indirecta con postes de 7 metros de alto, en lugar de los habituales downlights montados en el techo (13 a 24 metros de altura). Esto resultó en una gran disminución de las cargas de iluminación.

La iluminación de las tareas se llevó a cabo como una segunda capa, exclusivamente en aquellas áreas que exigían niveles de iluminación específicos (check-in, inspección de equipajes y control de pasaportes). Se prefirió esta estrategia sobre el enfoque tradicional de «luz total», ya que reduce las cargas de potencia y sus gastos asociados de funcionamiento y mantenimiento.

Por último se empleó una tercera capa de acento, que comprende todas aquellas técnicas destinadas a optimizar la percepción del espacio y enaltecer la composición arquitectonica. Superficies verticales, obras de arte y un bañado de techo dinámico fueron algunos de los elementos en esta categoría.

El diseño / plan resultante prevé una carga de iluminación final de 5,82 W/m² , excediendo ampliamente los requerimientos LEED.