Este prestigioso complejo privado consta de una torre residencial y un clubhouse, ubicados en un gran parque ajardinado. Este desarrollo de lujo requirió soluciones a medida, que exigieron una comunicación constante con el cliente para garantizar que los detalles más pequeños se ejecutaran correctamente.

La iluminación de fachada de la torre consistió en toques mínimos de luz para captar su belleza arquitectónica. Trazos de luz resaltan las costillas verticales, que son elementos clave de la identidad del edificio. Los grandes marcos en el techo también se acentuaron para mostrar la parte superior y revelar la torre a la distancia.

Para los interiores, el enfoque general consistió en utilizar downlights empotrados para la iluminación general, complementados con gargantas de luz indirecta en techos y pisos para resaltar la espacialidad. Se crearon objetivos visuales donde fuera necesario; el mostrador de la recepción y la pared detrás son un ejemplo de ello. La iluminación de tarea requirió un enfoque aún más meticuloso, especialmente en áreas altamente especializadas como el gimnasio, la sala de squash y el spa.

La iluminación de paisaje consistió principalmente de dos capas. El peso visual de la iluminación del hardscape se aprecia en la delineación de los caminos y las áreas de descanso. La iluminación de la vegetación fue igual de importante, para crear una atmósfera vivida y natural en el complejo.