El esquema de iluminación de la Mezquita Azizia es multicapa, con el fin de asignar una clara jerarquía de elementos y mantener una atmósfera suave y equilibrada dentro del edificio. A los elementos clave, a saber, el mehrab, las cúpulas, los arcos y las pantallas, se les dio prioridad visual, no solo para mostrar el alto nivel de artesanía, sino también para establecer una secuencia lógica de vistas, alineadas con el ritual de adoración. Las restantes estrategias de iluminación se trabajaron como luz de relleno, para lograr los niveles de iluminación necesarios para la lectura (Corán).

La iluminación de las cúpulas principales va más allá de pura iluminación y es utilizada para comunicarse con los fieles y transmitir un mensaje. En Adhan (llamado a la oración), el bañado blanco cálido comienza a cambiar a temperaturas más frías de blanco, terminando en un tono azulado para cuando todas las personas están reunidas y comienza la oración (Iqama). Esto no solo es visualmente atractivo, sino que representa también el acto de elevarse espiritualmente y conectarse con Dios. Esta estrategia se repite en los tótems de iluminación exterior, llevando el mensaje más allá de los límites físicos del proyecto y hacia la comunidad. Esta función es controlada por un reloj astronómico, para considerar los cambios de horario durante el año.