El diseño de la iluminación de fachada de este edificio LEED Gold se basó en la fuerte verticalidad de la torre. Luminarias lineales totalmente controlables ocultas en los perfiles de la fachada crean líneas paralelas de luz. Estos rayos se desvanecen en ambos extremos, subrayando la esbeltez del edificio y manteniendo el consumo de energía dentro de límites permisibles.

El esquema de iluminación interior se centró en lograr las condiciones óptimas de iluminación para las diversas funciones dentro del edificio, al tiempo que resaltar el diseño interior y reducir el consumo de energía al mínimo. Se desarrolló un esquema exhaustivo de control de la iluminación, teniendo en cuenta el ingreso de luz natural y el comportamiento de los usuarios, con el fin de minimizar el impacto en los costos operativos.